Hace un mes y seis dias me caí por las escaleras y me rompí el hombro. Siempre dicen ” si lo tuvieras roto estarías llorando de dolor ” pues es MENTIRA. El miedo es demasiado poderoso, tanto que del terror que tenía, no sentía nada. Cierto es que al poco me desmayé. Todos mis planes para mi cumpleaños cambiaron en tres putos segundos, pero, así es la vida!, no te das cuenta de lo bueno que es tener dos brazos hasta que no puedes atarte ni una coleta. Inmovilizada a lo Frida, comiendo techo sin poder dormir de los dolores pensaba que de lo malo malo, era una manera bestia de recuperar la paciencia perdida por el tiempo y por las perdidas. Pasear con música, la cámara rosa y nueva que me ha regalado Álvaro, viendo como las flores luchan por nacer en este invierno estúpido e interminable ha ocupado la mayor parte de mis dias. Pensar que para mi es la primera vez que me he roto un hueso , porque la vez que me rompió dos costillas de una patada , no cuenta.
He llorado de risa en una azotea de Madrid mientras I have problemas hacían música con cabeza de computadoras. De repente era como estar en una oficina de los 90 y yo soy mucho de amar los disquetes. Nos convertimos por momentos en un anuncio de gente guay haciendo cosas guays, pero bastante más underground de lo esperado. Jamás voy a olvidar esa tarde.
En mi barrio hay uno de mis sitios favoritos de Madrid, es una pintada que pone Barrio Camarón y Eyeliner. Si pusiera Oro ya sería completamente yo, así que lo dibujé. Para mí un ejemplo de persona de barrio es esa señora que limpia la estación con la cabeza y la mirada muy lejos de allí, maquillada y peinada con cuidado y con miles de problemas en cada una de las arrugas de su cara. Mi barrio es entrar en la corrala y que huela a comida venezolana. También es el chico senegalés que siempre sonríe aunque diluvie y cuida a los perros en la puerta del Mercadona por unas monedas, mientras sus dueños compran. El Barrio es no creerte nada aunque hayas conseguido un puto reino estudiando con beca, la ropa tendida en las ventanas y el olor a María. El Barrio es el respeto exquisito y total por el trabajo de los demás. También es teñirse el pelo en casa. Los guerreros no entienden de caminos fáciles, solamente de calles cuesta arriba.
Decía Leyre que nos volvemos muy egoístas cuando estamos solos, pero no lo creo. La gente con el corazón roto se vuelve realmente egoísta y aunque es entendible, no es obligatoriamente justificable ni mucho menos soportable. Con esta manía mía de analizar a las personas intentando algún día entenderlas, me estoy sacando la carrera de la calle de antropología. Al final y como siempre hay que dar la razón a Darwin y admitir q sólo los que se adaptan sobreviven y ser conscientes de que realizamos movimientos cíclicos y repetitivos nos puede ayudar a encajar mejor la siguiente vuelta.
La situación en mi cabeza y mis entrañas ahora mismo es muy fácil de explicar con un ejemplo de fruta: Yo amo las naranjas, comería miles, su olor ya me hace feliz, pero ahora se acabó el tiempo de las naranjas y no voy a llorar por ello porque voila! llegan las fresas con su color hiriente a llenarlo todo y hacerme feliz este tiempo. Cuando ellas se vayan llegarán los melocotones con ese tacto a piel de persona amada ideales para comer sentada en el borde de la piscina mientras te pega el sol con rabia, y cuando menos te lo esperas vuelves a estar ahí en el súper comprando naranjas de zumo. No hay dramas mas allá de nuestra cabeza y yo, de momento, tengo sujetos con correa de oro a todos mis demonios.
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Fotografía : Alvaro Ayarza – Abocados –
Mientras escribía este post sonaba : La Prima – 8 puñaladas-