Peonias

Ayer fui a ver Creed II, no es lo que habíamos planeado pero mira, es la vida, dicen que el show debe continuar. Una película de boxeo de dos horas y diez minutos, de los cuales 2h me los pase llorando.  Justo antes de empezar hice el amago de levantarme e irme, pero respiré y no lo hice. Así soy yo: Lluvia con Sol en la cara.

Si algo me quedó claro es que quiero que alguien me mire como Doni miraba a Bianca cantar, con ese deseo y esa admiración,  que la elija  ella para que abra camino antes del combate final, que aun en el suelo del ring habiendo ganado, pregunte donde esta ella. Yo quiero un amor entero sinvergüenza, un  AMOR así, que me mire orgulloso porque sabe todas mis guerras y mis demonios y aun estoy aquí. Bianca seguro que huele  peonias igual que yo.

Mi orquídea ha decidido florecer después de meses y no sabes cómo se lo agradezco, Le doy besos en cada brote para agradecerles que ahora que ahora que no tendría porqué, está aquí. Al menos ella sí.

Quiero un guerrero, un boxeador no un soldado raso con miedo a las miradas de los demás. Yo quiero volar sin miedo a caerme otra vez, una millonésima vez más. Quiero más pronto que tarde ser la mujer que cada día dormía según apoyaba la cabeza en la almohada y se despertaba sonriendo siempre  y desayunar aguacate con jamón, con el Sol en la cara recordándome que soy una jodida luchadora mexicana.

El otro día un amigo estaba delante de mí, le daba el sol en la cara y por primera vez en años me fije lo bonitos que son sus ojos. Pensé que habría sido de nosotros si desde que nos conocemos le hubiera hecho caso y me hubiera ido con él. ÉL me dice “Eve tranquila lo que tienes solo es el veneno que está saliendo, ya tienes mucho fuera,  pero no te pares y tampoco te confíes”. Bebo mucho más de lo que debería y se acerca San Valentín, voy a tatuarme a Vanellope ese día.

He encontrado un IG que me apasiona (@jazducca), son sobres con frases que nunca nos atrevimos a decir y aun pasando los años seguimos sintiendo. No quiero que me pase nunca eso, sería incapaz de guardarme cosas años, porque siempre pienso que voy a morir pronto y lo peor del mundo seria no haberlo dicho todo. Ahora que tengo (tenemos) una conversación pendiente   me arde el estomago y cada día que pasa es una batalla campal entre este silencio y sentarme en tu portal a esperarte. Lo llaman Left Unsaid. Me siento muy identificada con muchos de los sobres que sube aunque yo soy más de pintarlo en la pared que verás cada día y  aunque al hacerlo se atasque la boquilla del montana y quede así de  kinki, como yo. Es cierto que con un sobre me sentí especialmente vulnerable, ponía “gracias por cuidarme en mis ataques de ansiedad”  y no sabes cómo me gustaría regalárselo a alguien, pero no tengo a quien. Tengo claro que hay muchas cosas que habrían sido más sencillas de no haberlas vivido sola. Tampoco es que hubiera otra opción. Igual por eso soy ahora tan dura y desconfiada. Por eso apenas salgo del castillo. ¿Cuántas veces alguien ha pintado una frase en una pared para ti? Por mi una vez sólo y me pareció increíble. Recuerdo que le llame y le dije gracias mil veces,y eso que estaba muy enfadada, luego le abrace tan fuerte que podría haberle roto, pero es que nadie hace nada por nadie y el gasto su tiempo en hacerme aquello. Sentirse bendecido por lo que nos regalan, agradecerlo y no amputar a personas de nuestras vidas que han pensando cómo hacernos sonreír aunque sea un microsegundo, debería ser una puta ley.

Esta cazadora de las fotos como todas las cosas gigantes de mi vida , han esperado guardadas hasta que tenía claro todos los elementos que la compondrían, no había prisa, a pesar de lo nerviosa que soy , para casi todo que no sea un cuchillo imaginario clavado en la boca del estomago, donde nace la pena y la ansiedad. Apareció primera ella y su lavado perfecto , su talla gigante, la tela de luchadores que había guardado para algo tremendo, la Lupita a la espalda de noche , como yo ahora, comprada en Madrid y la canción que me gusta de Violadores del Verso con Elphomega bordada en el pecho. Para el bordado de YO te cielo estuve cinco horas sentada y cruzando hilos imaginando como seria hacerlo hasta que salió. Y qué maravilla quedó pero yo me echo mucho de menos a mi, todavía.

 

 

 

[Kase O]

[Le dije: “Monta que te llevo al SOL,” me dijo: “Que tontería, arderás!”
Le dije que no pensaba ir de día y se reía,
ya verás le decía si te fías de este guía.
Dicen que cuando llegas hay un flash, y me creía,
me daba alas, parábamos a dar caladas
en coordenadas desordenadas,
sentados en el Meridiano de Greenwich, dejábamos colgar las piernas,
sabiendo que la búsqueda era eterna,
y que hay muchas paradas a lo largo del camino y que,
lo importante no es llegar si no,
si no el camino en sí, miramos atrás
y supimos que nadie volvería a vernos más. ]

 

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Cazadora intervenida : Reina Canalla

 

 

Fotografía : Alvaro Ayarza – Abocados-

 

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