La Virgen de la Corrala

Le digo adiós a un año que lo empecé llorando. Desde luego no fue la mejor manera, pero lo cierro habiendo bailado con mis demonios para quitarles importancia, porque sino te miro no existes. Mi Vida es un continuo aprendizaje de cómo vivir sin desangrarme, de reír, de reír fuerte porque lo demás me vale verga.

Le dije adiós (o mejor hasta luego) a Madrid y a mi corrala en Vallecas, arañé cristales y aunque me buscaba en los reflejos, hacía tiempo que yo no estaba allí. Tampoco aquí. Básicamente no estaba vamos. Estaba en los brazos de las personas que me daban Amor, sabiendo o no que estaban regalándome flores y ayudandome a respirar como esas maquinas que hay en la UVI.

Con Dolor y Gloria llegó la crema que echarle a mis heridas , un montón de flores para mi corazón y el recuerdo de que sin Amor no vivo y sin Arte tampoco. He estado muchas horas bailando, con los ojos cerrados, muchas horas riendo fuerte, muchas horas mirando como Víctor me tatúa. Kinki reconoce a Kinki, igual que PersonaBonitaPeroLastimada reconoce a otra persona igual que ella. Ahora que tengo peonias y mas corazones en todos sus formatos sobre esta piel, a veces cansada, doy gracias por no ser un ser autómata mas y descubrir en mi una empatía siempre creciente de la que estar orgullosa y temerosa, en partes iguales.

Siempre sonrió cuando Bas me cuenta todas las cosas que está logrando. Me siento muy orgullosa de Él. Pienso que el Destino nos tiene preparado algo guay a Marta y a mí, juntas. El Amor se multiplica cuanto más lo usas, no se acaba, como le contaba aquella tarde de verano a Nadia.

Me han abrazado mucho, me han dicho muchas cosas muy bonitas, me han mentido en mi cara. También he preocupado a mucha gente, sin ni si quiera darme cuenta. Lo siento, la próxima vez espero irme antes de que me apuñalen a sangre muy muy fría.

Estrené una casita, estrené bici, estrené piel y un futuro que me inventé porque » si no hay dinero lo pinto» y he cosido hasta tener heridas en los dedos. También puse música para mi amado Lavapiés, otra vez, en verano, cuando todo es mejor y todos somos mucho más guapos. Los abrazos de Fidel y sus «gracias Doñita» siempre me hacen sonreír mucho. He visto una foto mia viajando en la parte de atras de un autobús y he sonreido a la vez que me ponía roja.

Me quedo con las personas que se han vestido con mi ropa como quien se envuelve en un cuadro, con quien me dice que con la sudadera de Julieta se siente en casa, muchos años después. Recordare a Isa diciéndome » acuérdate que esa la pistola la dibujaste tu» y es que estoy orgullosa de mi por que crezco y no me vale cualquier cosa y porque conseguí hacer de mis coseduras una forma de vida que me ajusta perfectamente a este cuerpo, en el que por fin, me siento en casa.

Fotografía : Alvaro Ayarza – abocados-

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