Si es verdad, esta vez he tardado en escribir, pero es que me he dado cuenta que me leéis mas de lo que pienso y me preguntabais con mucho miedo si estaba bien y si lo estoy, la balanza está equilibrada, que tampoco está mal no vivir siempre en los extremos del bien y del mal o feliz máxima o infeliz terrible, solo estoy viéndolas venir. Ayer por ejemplo hice de figurante para una peli española y al director q le encantaban mis tatus me ha puesto en primera fila de un bar genial, ha sido loco y divertido. Inesperado como todo aquí.
Aquí tengo la sensación todo el rato de estar en medio de una corriente de agua que te arrolla sin preguntar, así que de repente me pareció un buena idea dejarme flotar, que fluya y es que no conocí a nadie que ganara una pelea contra una pared así que de momento este es el plan. Siempre me gustó hacerme la muerta en el agua y flotar y sonreír con los ojos cerrados, en silencio.
He vuelto a uno de los lugares que mas me flipa de Madrid (la parada de metro de Paco de Lucia pintada por Okuda) y fue para enseñárselo a mis pequeñas María y Teresa. Hacía bastante que no me hacia tanta ilusión conocer a alguien y ellas son Amor. Perderse en el metro con ellas sigue siendo un planazo y bailar con Ivana Trump en un club donde nos dan el mando de la máquina de humo y te dice ” tu como en casa”.
Es verdad que desde la habitación en la que duermo se ve el cielo superazul y millones de antenas, eso soy yo tal cual. Encontré la que sea la frutería mas bonita del mundo, ponen música clásica y enfrente una de las paredes pintadas más bonitas de Madrid, me imagine que trabajar ahí debe ser grandioso. Lavapiés y su mezcla sigue siendo uno de los lugares que más me gusta para huir de esta sensación de no saber que estoy haciendo. Me sorprendí sonriendo allí de nuevo y fue como un vale, calma no se me ha olvidado como se hace.
Me rellene las tripas de vida en León mirando a Leo y a Lucas a sus ojos limpios de bebes y me reconcilié con los humanos cuando Nadia me dijo “yo también te quiero a ti”. María Jesús me tranquilizo cuando me dijo que no tenga miedo por convertirme en una persona gris y autómata por vivir aquí, dice que la vida no tiene esa fuerza como arrancar mi esencia y mis valores y como todo lo que ella dice, me abrió la mente y me dió paz. Desayunar con Alvaro y que me de solución a cualquier problema como supongo haria un padre, sentirme protegida. Verbalizar todo lo que me ha pasado este tiempo aquí me resultaba muy gracioso la verdad, aunque vivirlo no lo fuera tanto.
Mientras las cosas se encaminan algún lugar ( o no) , escucho a Mucho Muchacho en 7 notas 7 colores que sigue siendo sin duda la BSO de mi vida (loca).
Pijama Primark
Chaqueta tactel retro
Chanclas Cayler & Sons
Fotografía: Alvaro Ayarza – Abocados–
Mientras escribía este post sonaba : Puercos – Mucho Muchacho-